En una linda mañana de domingo, los compañeros de La Cámpora en La Pampa, fueron hacia la zona norte de la capital pampeana, a realizar una actividad con los vecinos.
Aprovechando las vacaciones, organizamos una jornada de juegos para los chicos, con competencias, carreras y un inflable donde todos saltaron y se divirtieron, sin importar el calor. No faltó la música para bailar ni los regalos que resultan en hermosas caras de sorpresa y alegría.
Mientras los chicos jugaban, los mayores ayudaron a armar una biblioteca comunitaria con libros que se fueron recolectando por la labor conjunta de los compañeros. Ahora la biblioteca quedó para el barrio.
Asimismo, la organización e implementación de un ropero comunitario donde los vecinos pudieran llevarse ropa para ellos y sus familias, desató un ánimo diferente a la actividad, la recreación y la solidaridad se llevaron la felicidad de la tarde.
Aprovechando que los chicos estaban jugando, se aprovechó el espacio para charlar con los vecinos sobre sus problemáticas barriales y sus necesidades. Se les informó y asesoró sobre los programas nacionales que existen para ellos, para emprendimientos productivos, para mejorar la comunidad en general, para vivir en un mundo mejor.
Al finalizar la jornada, se compartió una gran chocolatada con facturas, y se les repartió golosinas para que se lleven a sus casas.
El trabajo del militante, nuevamente trae su satisfacción, desde la sonrisa en sus rostros, hasta el apoyo de los vecinos, llenando de orgullo el aporte para la construcción de una Argentina diferente, inclusiva y participativa en los procesos de cambio por los que está atravesando.
Mientras los chicos jugaban, los mayores ayudaron a armar una biblioteca comunitaria con libros que se fueron recolectando por la labor conjunta de los compañeros. Ahora la biblioteca quedó para el barrio.
Asimismo, la organización e implementación de un ropero comunitario donde los vecinos pudieran llevarse ropa para ellos y sus familias, desató un ánimo diferente a la actividad, la recreación y la solidaridad se llevaron la felicidad de la tarde.
Aprovechando que los chicos estaban jugando, se aprovechó el espacio para charlar con los vecinos sobre sus problemáticas barriales y sus necesidades. Se les informó y asesoró sobre los programas nacionales que existen para ellos, para emprendimientos productivos, para mejorar la comunidad en general, para vivir en un mundo mejor.
Al finalizar la jornada, se compartió una gran chocolatada con facturas, y se les repartió golosinas para que se lleven a sus casas.
El trabajo del militante, nuevamente trae su satisfacción, desde la sonrisa en sus rostros, hasta el apoyo de los vecinos, llenando de orgullo el aporte para la construcción de una Argentina diferente, inclusiva y participativa en los procesos de cambio por los que está atravesando.
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