lunes, 7 de mayo de 2012

Luchy en el Congreso


Orgullosos de sentirnos representados, les paso la versión taquigráfica de la intervención de Luchy en el Congreso de la Nación durante la sesión de YPF


Sr. Presidente (Dominguez).- Gracias, señora diputada.
          Dispondrán de diez minutos los señores diputados María Luz Alonso, Anabel Fernández Sagasti y Walter Marcelo Santillán, en ese orden. 
          Tiene la palabra la señora diputada por La Pampa.

Sra. Alonso (M.L.).- Señor presidente: hoy me permitiré hablar como diputada de una provincia con producción hidrocarburífera e integrante de la OFEPHI, como es La Pampa, y como una orgullosa diputada de la Nación Argentina que tiene absoluta convicción de que este proyecto de ley representa una política de Estado fundamental para profundizar la reconstrucción del Estado nacional y el crecimiento económico y social que empezó en el año 2003.
          Mis compañeros ya han enumerado de forma muy correcta todos los logros económicos, culturales y sociales que hemos alcanzado desde 2003 a la fecha, pero permítanme mencionar dos cuestiones.
          Allá, por 2006, Néstor Kirchner redactó el decreto 303, el que rescindía el contrato de concesión de Aguas Argentinas Sociedad Anónima, dejando bien en claro la matriz del problema: la concesionaria había priorizado su interés económico, proveyendo servicios en áreas rentables de la concesión y dejando a los sectores de la población más humildes desprovistos de agua potable, desconociendo el carácter de servicio público que posee el servicio que prestaba.
          Esta misma situación se ponía de manifiesto en Aerolíneas Argentinas.  Cuando la actual gestión de Aerolíneas asumió debió, así como Néstor allá por el año 2003, hacerse cargo de una pesada herencia y dedicarse a reconstruir una empresa estratégica que se encontraba absolutamente vaciada, con sus activos sobrevaluados y sus pasivos subvaluados.
          Nuestra aerolínea de bandera, ícono nacional, había no sólo resignado su posición internacional, sino que también había limitado sus trayectos internos a los de mayor demanda, dejando sin servicio a muchos ciudadanos.  Hoy Aerolíneas en muy poco tiempo ha trasformado su imagen con una gestión eficiente, renegociando todas las deudas heredadas, siendo ejemplo en el servicio, incorporando aviones nuevos a su flota y aumentando los destinos a los que conecta.
          Tuvimos que llegar a la intervención estatal porque los intereses económicos de las empresas privadas fueron, tanto en Aguas Argentinas como en Aerolíneas Argentinas y Repsol‑YPF, en contra del interés nacional y atacaron pilares fundamentales del crecimiento argentino con inclusión social, en sectores estratégicos de nuestra economía.
          Yo he escuchado acá que dicen que falta mucho por hacer, y coinciden con la presidenta de la Nación, quien también señaló  que faltan cosas por hacer, y una de ellas puede ser posible gracias a este proyecto que estamos por convertir en ley.
          Es importante, entonces, entender la importancia de este proyecto para el crecimiento nacional.  Mi provincia forma parte de la OFEPHI y es una de las pocas provincias en la que se pudo ver en los últimos años un aumento, tanto en la producción como en las reservas de petróleo y gas.  Pero en la participación de la producción nacional de petróleo nuestra provincia representa alrededor del 4 por ciento y, casualmente, Repsol no tiene prácticamente participación.
          La declaración de interés público nacional de toda la cadena de producción y distribución de hidrocarburos y la recuperación del control estratégico de YPF es fundamental para sostener el sector energético de la Argentina y ponerlo en sintonía con el modelo de crecimiento acelerado que tenemos desde hace nueve años.  Porque a los hidrocarburos podríamos tomarlos como una commodity de exportación y hacer alarde de autoabastecimiento y de superávit comercial en el sector, pero sería bajo un modelo de país sin consumo, sin producción, sin crecimiento y sin inclusión, al que nosotros no queremos volver; no sé si todos piensan igual, pero nosotros no queremos volver.
          Es por todo esto que acompañaré con absoluta convicción y con muchísima fe este proyecto de ley.  Porque estoy orgullosa de la presidenta que tenemos, a la que no le tiembla el pulso al momento de tomar decisiones que son trascendentales para nuestro país, que no se arrodilla ante las presiones de las corporaciones y, muy por el contrario, lucha contra ellas. 
          Es una presidenta que tiene su propia agenda, formada de acuerdo a las necesidades del pueblo argentino y no una agenda armada por los medios concentrados de comunicación.  Por ello voy a acompañar el proyecto, porque soy coherente con mis convicciones y mis ideales, pero por

sobre todas las cosas voy a acompañar el proyecto, porque no tengo dudas de que de la mano de Cristina nos espera un destino mejor. Debemos estar más unidos y organizados que nunca para alcanzarlo. Así habremos cumplido con Perón, Evita, Néstor y, por encima de todo, con nuestro pueblo. (Aplausos.)

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